El 33% de las personas mayores dijo tener siempre orgasmos cuando tiene relaciones sexuales, mientras que entre los jóvenes la misma respuesta desciende al 25%, según un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) que concluyó que “lejos de ser asexuada, la vejez es uno de los momentos vitales donde más se valoran y utilizan los diversos goces”.
Los datos surgen de los resultados preliminares de una investigación, presentada ayer en el VIII Congreso de la Red Interdisciplinaria de Psicogerontología, realizada por la cátedra de Tercera Edad y Vejez de la Facultad de Psicología de la UBA a partir de entrevistas a más de 200 personas de tres grupos etarios.
“El objetivo del estudio fue conocer e indagar sobre la sexualidad de las personas mayores (65 a 75), pero también en forma comparativa con otras dos franjas: jóvenes (de 25 a 35) y adultos medios (de 45 a 55)”, explicó Ricardo Iacub, miembro de la cátedra y responsable de la investigación.
El psicogerontólogo, referente en la temática, describió que el estudio se compone de preguntas donde se indaga sobre la valoración (qué importancia le da el o la entrevistada a…) y la frecuencia (cuántas veces aparece eso sobre lo cual se le pidió la valoración).
“Es muy interesante pensar los contrastes entre las valoraciones y la frecuencia. Por ejemplo, a la pregunta “Cuán importante es llegar al orgasmo en la relación sexual”, los tres grupos respondieron “bastante/mucho” en más de 90%”, detalló Iacub.
“Sin embargo, cuando preguntamos la frecuencia, ‘siempre’ fue respondido por el 33% de las personas mayores, por el 40% de edad media y el 25% de los jóvenes; en tanto que ‘frecuentemente/muy frecuentemente’ alcanzó respuestas cercanas al 50% en las tres edades”.
En el mismo sentido, a la pregunta “¿Cuán importante es la penetración en la relación sexual?”, más del 90% de las personas mayores y de mediana edad y el 80% de los jóvenes respondieron “mucho”; pero al consultar la frecuencia, la respuesta “siempre” fue del 60% en el grupo de mediana edad, seguido por los jóvenes (52%) y las personas mayores (49%).
“Encontramos en todas las edades una sobrevaloración de algunas prácticas y sin embargo a la hora de pensar las frecuencias son menores; eso sucede en todas las edades y en ese aspecto los jóvenes son quizás los menos atados a los estereotipos”, sostuvo el especialista.
Entre las preguntas que reportaron más diferencias según el grupo etario, se encuentra la de la masturbación por fuera de las relaciones sexuales: en cuanto a la valoración mientras en las personas mayores la respuesta mayoritaria fue “nada o poco” con un 41%, casi el 70% de los jóvenes y más del 50% de las personas de mediana edad la consideran “bastante o muy importante”.
En cuanto a la frecuencia, mientras que más del 45% de las personas mayores respondieron “nunca”, entre los jóvenes esa respuesta apenas superó el 15% siendo en esta población “frecuentemente o muy frecuentemente” la mayoritaria (con casi un 40%).
La entrevista también indagó sobre la seducción, el valor de una buena conversación, las fantasías sexuales, el romanticismo, las miradas, los besos, las caricias, el sexo anal, el uso de juguetes sexuales y hasta la importancia del olor del otro.
Si bien se tratan de resultados preliminares, Iacub anticipó algunas conclusiones: “Lo que encontramos es que lejos de ser un grupo asexuado, la vejez aparece como uno de los momentos vitales donde más se valoran y utilizan los diversos goces; además de una disponibilidad a exponer y vivenciar la importancia de una sexualidad amplia y rica”.